¿Cuál es la Copa Correcta para Cada Tipo de Vino?

Lejos de ser una excentricidad o una trivialidad, tener un juego de copas de calidad ...

Lejos de ser una excentricidad o una trivialidad, tener un juego de copas de calidad es prácticamente una necesidad para todo verdadero aficionado al vino. 

¿Por qué es tan importante la copa para tomar vino?

Más allá de las convenciones sociales y protocolares, la forma de las copas de vino hace que la expresión aromática y gustativa de tintos, blancos y espumantes se perciba mejor. Independientemente de su atractivo estético y la distinción que aportan a una mesa, su diseño fue ideado teniendo en cuenta la manera en la que el vino entra en la boca y la disposición de las papilas gustativas en la lengua. Por lo tanto, no existe mejor forma para disfrutar de un ejemplar que en una copa adecuada. 

¿Qué tipos de copas existen?

En líneas generales, las copas para beber vino tinto tienen un cáliz (parte superior) más grande y una boca más abierta que las de vino blanco, ya que sus aromas y sabores son más complejos y requieren una mayor oxigenación para “abrirse”.  Una apertura más grande hace que la superficie de contacto entre la bebida y el oxígeno también sea mayor, lo cual favorece a que los aromas se suelten al agitar la copa. 


Las copas de vino blanco, por el contrario, son de tamaño más chico y presentan una apertura más pequeña, ya que sus aromas primarios, frutados y sumamente expresivos, no necesitan tanta oxigenación para ser percibidos. Del mismo modo, al tener una apertura y un tamaño más pequeño, el vino blanco conserva mejor su temperatura y no se calienta tanto en contacto con el ambiente.  


Las copas de espumante tienen un cáliz estilizado que se ensancha en la base, para permitir al vino expresarse sin perder temperatura, y se vuelve a estrechar en la boca para que los aromas se concentren y el gas carbónico de las burbujas no se escape.

¿Qué copa debe ser utilizada para cada tipo de vino?

Existen incontables diseños de copas especialmente diseñadas para apreciar cada estilo de vino en su máxima expresión. Las más usuales son: Burdeos, Borgoña, Syrah, Sauternes, Chardonnay, Oporto y la copa “tipo flauta” para espumantes. 

Para conocer más sobre cada uno de estos diseños visitá el artículo sobre las características de las copas de vino. 

¿Cómo afecta al sabor si tomamos un vino en una copa inadecuada?

Beber vino en una copa inadecuada no afecta directamente sus sabores, aunque sí afecta la percepción sensorial del mismo.

La copa perfecta para un determinado tipo de vino permite conocerlo en profundidad, apreciando durante la degustación todo el potencial de sus aromas, sabores y texturas.  

¿De qué material debería ser una copa para vino?

Si bien existen copas de vino de vidrio y de cristal, la diferencia entre unas y otras es sustancial. La sensación táctil del cristal es mucho más delicada, por lo tanto, su fineza provoca una sensación especial al beberlo que da la impresión de saborearlo mejor. En copas de cristal el vino sin dudas sabe diferente.

Tres elementos claves que debe tener una buena copa de cristal son: una boca amplia para que la nariz quepa dentro del cáliz, un espesor delgado que pueda dar a los labios la sensación de saborear mejor y un borde ligeramente doblado hacia adentro, de manera que los aromas se conserven en su interior.

¿Cuánto vino se debe servir en cada copa?

  • Cuando se trata de un vino tinto, blanco o espumante, la medida adecuada para servir es de 150 ml., es decir, un tercio de la copa en caso de los vinos tranquilos y una copa llena en el caso de las “tipo flauta”. Así, una botella estándar (750 ml.) alcanza para servir 5 copas de vino.   

  • En el caso de los vinos dulces, las copas suelen ser más pequeñas y la medida menor, de aproximadamente 90 ml.

¿Cómo deben colocarse las copas de vino en la mesa?

Al igual que en los restaurantes, al poner la mesa para una cena en casa se debe colocar una copa de agua a la izquierda y una copa de vino estándar a la derecha, ambas, por supuesto, en la parte superior frente al plato. En el caso de tener pensado hacer un brindis final, se puede sumar una copa de espumante junto a la copa de vino para el cierre de la velada.