Día del padre

Encontrar el regalo para papá suele ser una ardua tarea. ¿Qué le regalamos? ¿Cómo lo agasajamos? ¿Cómo podemos quedar bien? He aquí la gran cuestión. Ponerse de acuerdo en familia, a veces, es todo un desafío.

Encontrar el regalo para papá suele ser una ardua tarea. ¿Qué le regalamos? ¿Cómo lo agasajamos? ¿Cómo podemos quedar bien? He aquí la gran cuestión. Ponerse de acuerdo en familia, a veces, es todo un desafío. 

Uno de los obsequios más preciados, que atesoran un importante peso simbólico, es una botella de vino. Sabemos que la bebida más noble de todas nos invita al disfrute, a compartir momentos únicos, a recordar historias, anécdotas y nos hace emocionar (por supuesto, siempre fomentamos el consumo responsable y moderado).

Por ello, un buen vino es el regalo ideal. Lo importante es sorprenderlo con una etiqueta que le llegue al corazón, que lo conmueva y que le den ganas de compartir una copa con los seres más preciados. La elección es un tema importantísimo y en este punto debemos conocer los gustos de papá.

En la Argentina vínica actual, el abanico de vinos es infinito. Hoy, 18 de las 24 provincias tienen viñas plantadas y los estilos varían según los suelos, los climas, las altitudes y las latitudes. Tenemos vinos blancos, naranjos, rosados, tintos y las elaboraciones son infinitas: vamos de vinos con mínima intervención, naturales, orgánicos, biodinámicos, convencionales, con crianza en tonelería y mucho más.

Entonces, ¿qué vino seleccionamos para papá en su día? Con tantas bodegas en el haber, la elección es compleja. La clave está en conocer sus preferencias. Si logramos dar en la tecla con su ADN palatino, le regalaremos el vino perfecto. ¡Nadie mejor que los hijos para saber qué tipo de vino quiere degustar!

¿A papá le gustan los blancos ligeros, los rosados versátiles, los tintos de cuerpo medio o de gran estructura? Estas son algunas de las preguntas que debemos hacernos en la previa. Además, tenemos que indagar en su variedad de uva favorita, su marca de cabecera y hasta la región productora que más lo sensibilice.

Mientras más datos, mejor. Conocer en detalle el tipo de paladar de papá es esencial para que, cuando llegue su día, esté contento y con una sonrisa de par en par.

En definitiva, el estilo de vino guarda relación directa con el tipo de personalidad. Hay padres clásicos y tradicionales, innovadores, curiosos, disruptivos, cariñosos, sensibles, apasionados, viajeros, aventureros, deportistas, amantes de la buena vida y la lista podría seguir in eternum.

Si nuestro papá es clásico, en todo sentido, desde la vestimenta hasta su modo de ser, su vino tendrá las mismas características. Sería, en términos enogastronómicos, un maridaje por concordancia.

¿Qué es un papá clásico o tradicional? Aquel que toma las riendas desde que sus hijos llegaron al mundo. Son afectuosos, demostrativos, están siempre presentes, son nobles y están detrás de cada necesidad de cada hijo.

Es el padre infalible. El que va y viene a donde su hijo le pida. El que está en los buenos malos momentos, dando contención. El noble. El que da cariño por doquier.

A este papá, sensible y que le gusta la seguridad, el vino atinado será Gran Famiglia Malbec. Una etiqueta que garantiza calidad, intensidad en todas sus fases organolépticas, potente y vivaz, con aromas muy bien equilibrados. Fresco, tomable, pero con peso en boca, mineral y elegante, amalgama los clásicos aromas de frutos rojos con notas de vainilla que aporta el roble francés. Sin duda, es el maridaje de vino perfecto para este tipo de padre, que perdurará por los siglos de los siglos. 

Si, en cambio, papá es una persona que va detrás de las tendencias, las modas y quiere estar en el spot de las novedades, el vino atinado será Particular Cabernet Franc. Es “el” exponente para este padre moderno, innovador, curioso, aventurero y que le gusta poner pimienta en su vida.

El Cabernet Franc es un cepaje tan añejo como de moda en estas latitudes y regala vinos de gran intensidad aromática con pronunciadas notas de frutos rojos, pimientos, menta, eucaliptus y especias, como el Particular de Bodegas Bianchi. Persistente y armónico, es un vino especial para este papá que está al pie del cañón con las más recientes tendencias.

Y si tenemos un padre exigente, que nos motiva, nos alienta en la vida a ir por más y nos hace prestar atención a cada detalle para ser mejores personas, Enzo Bianchi Gran Corte es el vino indicado.

A tono con las firmes convicciones de este papá, es un vino de color violáceo profundo, con una enjundiosa nariz en la que sobresalen notas de frutos rojos, florales, especiadas, hierbas frescas y frutas maduras.

Un vino elegante como este padre que busca la perfección. En boca aparecen dejos de chocolate y vainilla, dando como resultado una etiqueta súper compleja, de gran estructura, con taninos sedosos, untuoso, de balanceada acidez y muy buen potencial de guarda.

Para cada papá, hay un vino perfecto. Es solo cuestión de elegir el que más le gusta con el mismo amor que nos da cada día de nuestras vidas. ¡Feliz Día para todos los padres!