Cabernet - Malbec

Cabernet Sauvignon y Malbec: los protagonistas de los grandes blends argentinos

Las variedades Cabernet Sauvignon y Malbec son las protagonistas de los grandes blends argentinos. La combinación de estos dos cepajes y su tipicidad otorga cortes tintos con carácter, elegancia y complejidad que se destacan entre los vinos de alta gama de todo el mundo. 

¿Qué es un vino Cabernet-Malbec?

Es un blend tinto compuesto por las variedades Cabernet Savignon y Malbec. La cepa Cabernet Sauvignon es la columna vertebral de todos los grandes vinos de Burdeos y es la variedad más cultivada alrededor del mundo, conocida internacionalmente como “la reina de los cepajes tintos”. La variedad Malbec es la más emblemática de la Argentina, con su corazón dulce y sus típicas notas a frutas rojas maduras.

Por sus características organolépticas y la alta calidad que ambos cepajes desarrollaron en la Argentina, el corte compuesto por estas dos variedades es la mezcla característica de los grandes blends argentinos. En general, a estos cortes de alta gama se les suele añadir un pequeño porcentaje de otra variedad (Petit Verdot, Merlot, Cabernet Franc, Tannat, entre otras) que les agrega nuevas capas de aromas y sabores.

Características de este blend

La principal característica del blend Cabernet-Malbec, su identidad, está dada por el Cabernet Sauvignon; el vino adopta sus aromas y sabores ya que esta cepa suele ser predominante en el corte. 

Estos vinos toman del Cabernet Sauvignon la estructura en boca, los taninos bien marcados, el músculo, la fuerza y la personalidad. Por su parte, el Malbec aporta su sensación de dulzor, su textura sedosa, sus taninos redondos y la sensualidad, además de sus notas a frutas rojas tan pronunciadas. 

¿Qué proporciones de cada uva contiene?

En general, la mayor proporción del blend suele ser de Cabernet Sauvignon –es casi siempre la cepa predominante- por lo que un mínimo del 40% del corte suele corresponder a esta variedad. Sin embargo, tanto las proporciones de estas dos variedades como el tercer componente que se elija para complejizar al vino dependen del estilo de la bodega y de la mano del enólogo que elabore el blend.

¿Con qué comidas marida bien un Cabernet-Malbec?

Al ser un corte tan contundente, señorial y corpulento, el blend Cabernet-Malbec marida muy bien con comidas calóricas como carnes a la cacerola con cocciones largas, carnes de caza y pastas con salsas intensas.

En el caso de que se haya guardado durante años estibado y se haya convertido en un vino más evolucionado será mejor acompañarlo con comidas de sabores más sutiles pero definidos, como un risotto con hongos de pino.

¿Qué potencial de guarda tiene un Cabernet-Malbec?

Estos blends tienen un gran potencial de guarda, a tal punto que son los vinos argentinos que mejor envejecen. La combinación de estructura, fuerza y taninos aportada por ambas variedades hace que los cortes de Cabernet-Malbec tengan una muy buena evolución y puedan tener una estiba de hasta 20 años sin inconvenientes.

¿Cómo evolucionan estos blends?

Luego de años de guarda en condiciones óptimas de temperatura, humedad y luminosidad, los aromas evolucionados de los cortes Cabernet-Malbec son más terrosas, de cuero y humo. La guarda le quita a estos vinos un poco del ímpetu, la fuerza y la enjundia de su juventud para transformarlas en sutilezas y elegancia, en resumidas cuentas, en un vino más intelectual y sofisticado.

¿Para qué momentos del año se recomienda un tinto Cabernet-Malbec?

Si bien es un blend que se puede beber durante todo el año y en un sinfín de situaciones, sin dudas el mejor momento para disfrutar de un corte Cabernet-Malbec es cuando las comidas de estación acompañan sus texturas, aromas y sabores. Por lo tanto, para combinarlo con platos contundentes y calóricos, es un blend ideal para descorchar en otoño e invierno. 

Nuestro recomendado: Enzo Bianchi Gran Corte

Este gran blend es un tributo a Don Enzo Bianchi, enólogo mentor de Bodegas Bianchi por más de 50 años, elaborado a partir de Cabernet Sauvignon (41%), Malbec (35%), Merlot (15%) y Petit Verdot (9%). En nariz se aprecia el perfecto balance entre las variedades que lo componen con notas a frutos rojos, flores, especias, hierbas frescas y frutas negras maduras, con dejos a chocolate y vainilla. Se trata de un vino complejo y fresco, con muy buena estructura, taninos sedosos y gran potencial de guarda.