Reposo invernal de la vid

En el viñedo, cada estación del año tiene su encanto y se debe, principalmente, a todo lo que sucede a lo largo del ciclo anual de la vid.

En el viñedo, cada estación del año tiene su encanto. Sin embargo, este atractivo no se limita únicamente a aquello que se ve, como la forma en que cambia el paisaje, sino a todo lo que sucede a lo largo del ciclo anual de la vid.  

Al igual que muchos árboles frutales, la vid requiere de una etapa de reposo necesaria para acumular energía. Esta fase empieza en el otoño y finaliza a comienzos de la primavera, con el rebrote del siguiente ciclo vegetativo.

En esta nota, conocé todo sobre una etapa indispensable para el desarrollo de las vides: su reposo invernal. 


¿Qué es el reposo invernal de la vid?


El reposo invernal de la vid -también conocido como reposo vegetativo o dormancia- es un proceso natural que comienza durante el otoño, después de la caída de las hojas, cuando la planta no presenta actividad vegetativa aparente. 

Al detectar el ingreso en la etapa de dormición, las plantas aprovechan la energía y los minerales que contiene el follaje (las hojas) y lo dirigen hacia su estructura permanente (tronco y raíces) para reciclarlo en forma de nutrientes, como fósforo y nitrógeno. Del mismo modo, también se preparan para afrontar el frío y las inclemencias climáticas del invierno. 


¿De qué trata la fase vegetativa y dormancia?


Como sucede con la mayoría de los cultivos, en su ciclo anual la vid pasa por una etapa productiva y una etapa de reposo. Así como las personas necesitan dormir entre 7 y 8 horas al día para poder trabajar o estudiar al día siguiente, las plantas necesitan descansar durante el invierno para poder ser productivas en la próxima cosecha. 

Así, el ciclo anual de la vid se divide en dos etapas bien diferenciadas que duran alrededor de 6 meses en las temporadas primavera-verano y otoño-invierno: 


  • Fase vegetativa: Comienza en la primavera, cuando se generan los brotes y finaliza en el otoño, después de la cosecha. 
  • Reposo invernal o dormancia: Comienza con la caída de las hojas en otoño, cuando la planta acumula reservas en el tronco y las raíces para pasar el período invernal y recuperar energía para la siguiente fase vegetativa. 

5 etapas de la dormancia


El reposo invernal o dormancia está integrado por las siguientes 5 fases que se desarrollan entre el otoño y el invierno:


  • Fase de pre-reposo vegetativo: Es una fase corta, que dura aproximadamente una semana y comienza cuando las hojas se caen y la planta queda al desnudo. Cuando las yemas (de donde nacerán los brotes) se forman sobre el pámpano del año (los brotes verdes que surgen cuando una yema se desarrolla), se alcanza un nivel de desarrollo suficiente para que estas yemas sean aptas para permitir la formación de un nuevo brote durante la primavera. 

  • Fase de entrada en reposo vegetativo: Durante las siguientes dos semanas, las yemas latentes están imposibilitadas de brotar rápidamente por la presencia de ácido abscísico, una de las cinco fitohormonas clásicas de la vid. Esta fase corresponde a la época de agostamiento, cuando los sarmientos se “maderizan”. 

  • Fase de reposo vegetativo: Es una fase larga, que se extiende entre uno y dos meses en los que las yemas descansan. 

  • Fase de levantamiento de reposo vegetativo: Este es un período corto (dura aproximadamente una semana) en el que la planta necesita temperaturas frías con medias diarias de alrededor de 10°C. Actualmente, el cambio climático afecta a estas fases, con ascensos y descensos repentinos de temperatura que desorientan a las plantas.

  • Fase de post-reposo vegetativo y pre-brotación: Esta es la etapa más larga de la dormancia. Durante tres o cuatro meses, las yemas que sufrieron la acción de las bajas temperaturas invernales se vuelven aptas para brotar rápidamente en todas las temperaturas. 

 

 

¿Cómo se prepara la vid para pasar el invierno?


Si bien el invierno es una estación muy difícil para la vid, también es una etapa necesaria para el desarrollo productivo de las plantas y del suelo, que también aprovecha esta etapa para recobrar reservas de agua y nutrientes.

Además, durante la dormición la planta se transforma profundamente a nivel anatómico. Las yemas -donde se producen los brotes- se cubren de una capa dura que sirve de escudo contra el frío. Asimismo, el resto de la planta acumula jugos que hacen descender el punto de congelación del agua por debajo de los 0°C para que las células pueden sobrevivir durante el invierno. Por otro lado, como mecanismo de defensa contra las heladas, los tejidos de las plantas se endurecen, así es como los pámpanos se ponen marrones y se “maderizan”.


¿Qué aporta el reposo invernal a la vid?


En su apariencia, la dormancia de la vid es prácticamente invisible. Sin embargo, en esta etapa se desarrollan procesos muy importantes para el desarrollo de la planta y sus frutos.

Existe un termómetro natural en la planta que le va indicando la temperatura ambiente, tanto para reajustar su mecanismo de defensa al frío como para poder advertir la llegada de la primavera, prepararse para la brotación y dar comienzo a la fase vegetativa.